Los proyectos de alumbrado público inteligente y señalización dinámica de Laval, realizados por Dimonoff, han quedado finalistas en los premios Eureka! 2024 de Écotech Québec
Resolver los acuciantes problemas de hoy: Una respuesta tecnológica
Las ciudades inteligentes son una manifestación de la tendencia del Internet de las Cosas (IoT). Con sus grandes concentraciones de población y sus complejas infraestructuras, son el entorno perfecto para la innovación. Según la consultora BCC Research, los proyectos de ciudades inteligentes “aprovechan el conjunto de sensores conectados y plataformas analíticas para impulsar una mayor coordinación dentro de los departamentos y entre las agencias municipales y los grupos comunitarios”. Estos proyectos pueden conectar entre sí diversos sistemas de la ciudad, como el control del alumbrado, la videovigilancia, la gestión del tráfico o los sensores medioambientales, para impulsar la eficiencia y los niveles de servicio.
Una de las formas de abordar los múltiples retos a los que se enfrentan las ciudades es que se vuelvan “inteligentes”. Hay muchas definiciones de lo que es una ciudad inteligente, pero la mayoría incluye el uso de la tecnología para que las ciudades sean más eficientes, habitables y resistentes. Estas tecnologías pueden implicar la conexión de dispositivos a las infraestructuras y permitir a los trabajadores gestionarlas a distancia y tomar decisiones informadas y en tiempo real.
La mayoría de los expertos coinciden en que el mercado de las ciudades inteligentes está empezando a cobrar auge, debido a los recientes avances en varias tecnologías importantes, como sensores, conectividad avanzada, plataformas escalables como servicio, dispositivos de borde, análisis y software de comunicación. Según Navigant Research, se espera que el mercado mundial de soluciones y servicios para ciudades inteligentes crezca hasta los 94.200 millones de dólares en 2026. Otras estimaciones sitúan la cifra incluso por encima (dependiendo de cómo se defina el mercado), y todas coinciden en un crecimiento impresionante en los próximos años.
El alumbrado público inteligente tiene un claro argumento comercial. Los sistemas de alumbrado público difieren en su funcionalidad, pero todos ofrecen la posibilidad de controlarlo a distancia. Esto ayuda a ahorrar energía (atenuando o apagando las luces donde y cuando no se necesitan) y a aumentar la seguridad pública (iluminando o encendiendo las luces donde y cuando se necesitan). El alumbrado público inteligente también aumenta la concienciación gracias a la mensajería instantánea de alarmas, a los informes periódicos de registros energéticos y elimina la necesidad de recorrer la ciudad en busca de luces defectuosas. Las ventajas son evidentes.
El alumbrado público atraviesa actualmente un periodo de cambio masivo debido a la llegada de tecnologías LED más eficientes. Muchas ciudades están sustituyendo o planean sustituir sus farolas tradicionales, que tienen una vida útil de menos de 5 años, por LED, que ofrecen una vida útil garantizada de 15 años o más.
Durante este ejercicio de retroadaptación, tiene mucho sentido instalar módulos de control mientras se despliegan las balizas. El despliegue de iluminación inteligente permite ahorrar electricidad y costes de mantenimiento desde el primer momento. Además, permite beneficiarse de un sistema de ciudad inteligente que mejora la seguridad pública al tiempo que abre posibilidades para ampliar otras aplicaciones de ciudad inteligente como la detección medioambiental o la gestión de aparcamientos. Según una estimación, se prevé que las farolas LED e inteligentes alcancen el 89% y el 29% del mercado total de farolas, respectivamente, en 2027.
Por último, el alumbrado público es omnipresente en toda la ciudad y está perfectamente adaptado a los patrones de densidad de población. Esto significa que son una base ideal -o columna vertebral- para cualquier futura aplicación de ciudad inteligente. Los sensores instalados en las farolas no necesitan una fuente de alimentación independiente, tienen una línea de visión clara para mejorar las comunicaciones y es poco probable que sean objeto de vandalismo (porque llegar a la parte superior de un poste de luz es difícil).
Es importante que las autoridades municipales y los gestores inmobiliarios y comerciales elijan las soluciones tecnológicas que mejor se adapten a sus necesidades. En próximos artículos, ofreceremos ejemplos de las principales características que hay que tener en cuenta a la hora de comparar tecnologías de alumbrado público inteligente.