Los proyectos de alumbrado público inteligente y señalización dinámica de Laval, realizados por Dimonoff, han quedado finalistas en los premios Eureka! 2024 de Écotech Québec
¿Por qué la red mallada es más sostenible que la red celular para gestionar su sistema de alumbrado público inteligente?
Ante el envejecimiento de sus redes de alumbrado público, que consumen un gran volumen de energía, las ciudades necesitan reconvertirlas a la tecnología LED. Además, las ciudades se han dado también cuenta de que optando por un sistema inteligente de gestión y control del alumbrado no sólo pueden optimizar la gestión de este servicio, sino también reducir sus costes de gestión y mantenimiento.
Aunque la mayoría de estos sistemas funcionan de forma similar, existen más de una arquitectura de red que permite conectar las luminarias a una plataforma de gestión. La red mallada y la red celular son las dos arquitecturas más populares y exitosas para la gestión del alumbrado público.
Algunos proveedores de soluciones de alumbrado público, como Signify o Ubicquia, utilizan únicamente tecnología celular. A diferencia de ellos, Dimonoff es partidario de una solución de control inteligente del alumbrado público mediante una red mallada.
Aunque ambas tecnologías ofrecen todas las prestaciones necesarias para que el alumbrado público funcione correctamente, la red mallada es la opción más sostenible. ¿Por qué? Dos argumentos principales: la obsolescencia tecnológica y los costes de las telecomunicaciones. Vayamos al fondo del asunto.
La preparación de la red para el futuro es la clave
Para ser creativo, hay que ser consciente de la preparación al futuro que la tecnología elegida puede ofrecer a su ciudad. En el caso de las redes celulares, su constante evolución conduce a la obsolescencia tecnológica y a un cúmulo de preocupaciones por parte de empresas, gobiernos y ciudades que han desplegado dispositivos basados en redes más antiguas. Con cada avance tecnológico, se espera que los usuarios inviertan en la última tecnología, aunque no la necesiten.
Por ahora, las redes 2G y 3G dejarán de ser compatibles y las redes 4G LTE serán sustituidas con toda seguridad en los próximos años. En cuanto al 5G, parece que estas redes no cumplen todas sus promesas. Todavía hay varios problemas de cobertura en Norteamérica y las velocidades que ofrece el 5G suelen ser más lentas que la conexión 4G disponible.
Feel Like Your 5G Network Is Slower Than Promised? You Aren’t Just Imagining It — Forbes
En cambio, la red mallada es mucho más estable y presenta grandes ventajas sobre otros tipos de topología de red. Además, no requiere actualizaciones constantes para mejorar su rendimiento. No obstante, permite realizar las actualizaciones necesarias para añadir funciones adicionales.
Planificar es ahorrar dinero
Para las ciudades que utilizan sistemas de alumbrado inteligente con redes celulares, esto sólo significa una cosa: costes adicionales. En primer lugar, las redes celulares utilizan frecuencias bajo licencia propiedad de operadores de redes móviles (ORM) que cobran una tarifa de datos por cada luminaria. Estas tarifas anuales son especialmente elevadas (cientos de miles de dólares en muchos casos) y pueden fluctuar con el tiempo, ya que las ciudades no son propietarias de estas redes.
También es importante comprender que el final programado de la vida útil de cada red de comunicación celular conlleva costes astronómicos. Si las luminarias de una ciudad utilizan controladores de alumbrado con tecnología 4G, será necesario planificar la sustitución de todos los equipos antes de que la tecnología 4G deje de ser compatible. Lo mismo ocurrirá con las redes posteriores, cuya vida útil no superará los 5-8 años. Para la vida útil de una luminaria, esto representa 3 sistemas de control basados en telefonía móvil, lo que no ocurre cuando se opta por una red mallada.
En segundo lugar, como se ha comentado en la sección anterior, los cambios periódicos de los estándares son un posible inconveniente para las redes celulares. Los costes que supone para las ciudades adaptar sus equipos para aprovechar las nuevas capacidades pueden ser considerables. Por no hablar de todos los costes de instalación, formación y otros costes adicionales añadidos a la factura final para mantener el servicio. En resumen, las ciudades sólo pagarían por acceder a la tecnología, no por beneficiarse plenamente de ella. Además, la gestión del alumbrado requiere muy pocos datos y, por tanto, no exige el uso de una red celular.
Sin embargo, al no tener que pagar tarifas de datos por cada luminaria de una red mallada, los costes operativos de esta tecnología son mucho menores que los de una red celular. La red de malla utiliza muy poco ancho de banda para transmitir los datos de las luminarias a la plataforma central de gestión de activos. Como resultado, la tecnología utilizada para comunicarse es muy estable, lo que permite la transferencia de datos en tiempo real y futuras actualizaciones para soportar funciones adicionales. Esto también reduce significativamente el coste total de la gestión de activos.
Tecnologías del Internet de las cosas al servicio de las ciudades sostenibles
Desde luego, es la conectividad lo que hace que el alumbrado público sea realmente inteligente. Las luminarias de las calles conectadas tienen la capacidad de recibir datos de un sistema central de gestión (CMS) y transmitirlos a éste. Para los gestores o funcionarios municipales, esto supone una serie de ventajas en términos de control del alumbrado, entre ellas:
- Configurar, controlar, supervisar y medir todas las fuentes de iluminación a distancia
- Crear programas de regulación: hasta un 60% de ahorro energético y reducción de emisiones de CO2
- Obtener informes automatizados y en tiempo real sobre el consumo de energía
- Optimizar el control y la supervisión de las operaciones de mantenimiento: hasta un 55% de ahorro en los costes anuales de mantenimiento
También es posible integrar una multitud de sensores IoT en la red mallada sin costes de comunicación. Entre otros, se puede instalar sensores ambientales, de calidad del aire, nivel de ruido, nivel de agua en arroyos, pozos o alcantarillas, nivel de nieve en tejados, sensores de movimiento y temperatura, etc.
Un sistema sostenible de alumbrado público inteligente en red de malla en lugar de celular
En conclusión, hay que decir que optar por una red mallada significa optar por una opción mucho más sostenible a la hora de elegir un sistema de gestión inteligente del alumbrado. Estas redes dependen menos de los cambios de normas o tecnologías que las redes celulares y requieren menos costes operativos. Las redes malladas deberían considerarse sin duda la mejor opción para una tecnología fiable, escalable y preparada para el futuro utilizada en proyectos de alumbrado público inteligente a gran escala.Author: Jostran Lamontagne
Vicepresidente ventas y marketing