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Apertura en los sistemas de ciudades inteligentes
Es un hecho ampliamente aceptado que la apertura es un criterio clave a la hora de seleccionar un sistema de ciudad inteligente. En eso, estamos totalmente de acuerdo.
Pensar en la apertura a la hora de elegir un sistema de alumbrado público es clave porque puede utilizar ese sistema como columna vertebral para muchas aplicaciones de ciudad inteligente. Profundicemos en lo que significa la apertura para cada capa de un sistema de ciudad inteligente integral que permita un alumbrado público inteligente.
- ¿Se pueden añadir sensores o controles de terceros a las luminarias?
- ¿Es fácil integrarlos? ¿Se necesitan dispositivos de adaptación adicionales?
- ¿Pueden funcionar los sensores con su sistema de software o con la red de controladores de sus luminarias?
Un tipo de conectividad para ciudades inteligentes que ha recibido mucha prensa es el Wi-Fi en malla. En el contexto de las aplicaciones para ciudades inteligentes, esto significa conectividad inalámbrica que se utiliza tanto para conectar dispositivos a un sistema de software de gestión central como para ofrecer acceso a Internet a los transeúntes. Este tipo de conectividad es una buena opción para ofrecer acceso a Internet a turistas o zonas comerciales muy concurridas en el centro de la ciudad.
Sin embargo, utilizarla en toda la ciudad es excesivamente caro y poco práctico (sobre todo porque requeriría una nueva bajada de fibra o red de alta velocidad al menos cada kilómetro).
Un enfoque lógico sería disponer de Wi-Fi en malla en una pequeña zona del centro de la ciudad, como incentivo comercial, y utilizar otro tipo de conectividad de red en otros lugares para las aplicaciones de IoT. Para que este enfoque funcione, el sistema de ciudad inteligente debe permitir una combinación de tipos de conectividad.
Algunas de las opciones más populares para conectar aplicaciones de ciudades inteligentes:
- Conectividad celular (3G, 4G-LTE, LTE Cat M1, NB-IoT)
- Red de malla inalámbrica (RF 802.15.4 and its various versions of stacks)
- Redes LoRaWAN
- Redes de líneas eléctricas
Algunos tipos de conectividad tienen límites físicos o de coste para escalar de los que quizá no se dé cuenta inmediatamente. Un ejemplo obvio es la red mallada Wi-Fi comentada anteriormente. Otro es la conectividad Wi-Fi normal, que requiere un router adicional cada 100 metros aproximadamente, por lo que ampliar la red también implica añadir más routers. Es importante comprender lo que la conexión de otras 20.000 luminarias podría significar para el sistema de su ciudad inteligente.
Un reciente informe de Gartner recomienda lo siguente: “Evalúe sus aspiraciones de ciudad inteligente mediante comités interdisciplinares y considere con qué aplicaciones necesitará contar su ciudad en la próxima década. Planificar con antelación ahorrará dinero”.
También hay que tener en cuenta que no todo tiene que transmitirse por una red de banda alta. En ciertas aplicaciones de reconocimiento de imágenes o sonidos, por ejemplo, los nuevos dispositivos pueden ejecutar las funciones analíticas en el borde, localmente, y luego simplemente comunicar los resultados en un formato más pequeño, como una alarma explícita (sonido de una pistola o accidente de coche detectado), o una cadena de texto (ALPR – reconocimiento automático de matrículas), por nombrar sólo algunas. La inteligencia distribuida es un factor clave para construir una red de comunicaciones de banda baja eficiente y asequible, perfectamente adaptada a las aplicaciones IoT de las ciudades inteligentes.
- ¿Puede el software gestionar dispositivos de un único proveedor o puede gestionar también dispositivos de otros proveedores (de terceros)?
- ¿Puede el software convertirse en una plataforma en la que se creen, definan y gestionen nuevos tipos de aplicaciones en el futuro?
La mayoría de los sistemas de software para ciudades inteligentes permiten extraer datos de ellos para utilizarlos en otros lugares. Pero algunos están más avanzados que otros a la hora de hacer posible una verdadera interoperabilidad. Algunos sistemas ofrecen API (interfaces de programación de aplicaciones) abiertas. Las API abiertas y bien documentadas permiten a estos sistemas intercambiar datos con otros sistemas (por ejemplo, sistemas ERP o GIS), y también permiten a terceros desarrollar aplicaciones para diversas necesidades específicas. Por ejemplo, la ciudad de Montreal en Canadá está implementando señales de aparcamiento digitales que comparten la misma red de malla inalámbrica y que se editarán de forma remota a través de una aplicación externa conectada mediante las API de la plataforma de gestión IoT SCMS | Dimonoff diseñada para la gestión inteligente de la iluminación.